sábado, 4 de junio de 2016

La solución

Mito de la caverna moderna
A veces pienso que esto no se soluciona porque no se quiere (y porque no conviene). Uno ve la cantidad de trabajadores que se necesitan en el sector público (hospitales, colegios, servicios asistenciales...) y luego vemos como se traspasan cantidades millonarias del sector público al privado, salvando Banca, autopistas, subvencionando yates, monarquías, terratenientes y lo que se roba (EREs, cursos de formación, Gürtel, Púnica, Noos, Campeón, Palau, etc...) más lo que se despilfarra en proyectos faraónicos sobredimensionadas (aeropuestos sin aviones, estaciones sin trenes, AVEs innecesarios, Ciudad de Justicia de Madrid, Ciudad Audiovisual de Valencia...) y el enorme gasto (innecesario y sin ética) en armamento y vehículos para la guerra... y, atando cabos, me digo: Con todo ese dinero... se podrían mejorar escuelas, hospitales, contratar al triple de maestros, profesores, enfermeras, médicos, celadores, asistentes sociales, fisioterapeutas, psicologos, etc....

Uno ve una finca de 400 hectáreas abandonada en medio de la nada, propiedad de la Junta de Andalucía, y varias decenas de personas trabajan duramente para sacarle rendimiento y ganarse el pan, dinamizando la economía local de los pueblos colindantes, dando vida donde antes no había absolutamente nada, y la Junta va y los desaloja por tercera vez.... Recortamos en sanidad, en educación, subimos los impuestos, reducimos sueldos, abaratamos el despido, amnistiamos a los defraudadores, seguimos expoliando lo público, asaltamos la Hacienda, recortamos libertades, reprimimos protestas, salvamos a la banca, ponemos más futbol, ignoramos la Historia, hablamos de Venezuela y banderas catalanas y callamos ante la corrupción... Llamadme radical, llamadme iluso, pero la solución a todo este cacao es muy sencilla. Lo que pasa es que hay que tener la tele bien apagada y encerrada bajo llave, y leer mucho, y muchas cosas, para verla con claridad.

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