sábado, 24 de marzo de 2012

Humanidad especista. Crueldad humana.

Maldita sociedad vacía de valores. Maldita humanidad, codiciosa, cruel e insensible.

Según el orden mundial, los animales son propiedades de los seres humanos, los cuales tienen el derecho a utilizarlos a su conveniencia para alimentarse, vestirse, experimentar con ellos y divertirse a su costa.

La industría de la carne, la pesca, la caza, la producción de huevos y leche. Su explotación y tortura para confeccionar abrigos de pieles, jerseys de lana, prendas y calzado de cuero... Los zoos, circos, acuarios, jaulas y más jaulas. La crueldad de la industria cosmética, la industria química...

Todos los animales, "domesticados" o en libertad, están condenados a una vida de sufrimiento y exterminio.

Eso es el especismo: considerar que el ser humano es la especie predominante y que se otorga el privilegio de explotarlos con crueldad. En el mejor de los casos la sociedad mira hacia otro lado, indiferente, insensible al sufrimiento que conlleva su uso, como si de objetos inertes se tratara. En el peor de los casos, se deleita con su maltrato en espectáculos considerados arte o tradición: la tauromaquia, los zoos, acuarios y circos de animales.

Sostén un animal muerto entre tus manos y dime que su muerte es necesaria, su explotación productiva y rentable, su tortura inevitable. Dime en que momento de tu vida perdiste la sensibilidad necesaria para no criminalizar tanto maltrato animal.

Para que esto siga así sólo es necesaria tu indiferencia. De lo contrario...

Reflexiona y actúa.

Día Internacional de los Derechos Animales 2011 || Igualdad Animal from IgualdadAnimal | AnimalEquality on Vimeo.

jueves, 1 de marzo de 2012

La solución del paro crónico en España

Hoy 1 de marzo de 2012, leo en internet a través de este documento:


Tasa de paro en España creció en enero de 2012 hasta el 23.3%

El 49.9% de paro son menores de 25 años

La media europea está en torno al 10%

Constitución Española, artículo 35:
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.


Ergo tanto este gobierno como todos los anteriores incumplen (y han incumplido) con reincidencia el artículo 35 de la C.E, declarándose gobiernos anticonstitucionales por no ser capaces de solucionar el problema crónico de España y de cumplir el pilar fundamental del Estado de derecho.

Tampoco es algo que me sorprenda, puesto que unos y otros son presionados y manejados por los mercados, que dicta las pautas a seguir en el modelo productivo capitalista.

El trabajo debería repartirse hasta conseguir el desempleo cero. ¿Como? Reducción de jornadas laborales. Si se disminuye la carga de trabajo por trabajador, disminuyen los ingresos por habitante pero aumenta el número de trabajadores, reduciendo así los gastos sociales destinados a prestaciones por desempleo.

El trabajo es como una tarta. O se reparte, o de lo contrario unos comeran mucho y otros pasarán hambre.

La cuestión es la siguiente:

- La clase política no va a proponerlo porque se le echarían encima todos los mercados.
- La patronal no quiere repartir el trabajo, porque la gente tendría más tiempo libre, lo que les da más energía para defender sus derechos de una forma coordinada.
- Los sindicatos están vendidos a los poderes políticos. La mayor parte de ellos no representan la voluntad de los trabajadores, cediendo vilmente en las negociaciones, sin organizar a todos los trabajadores para que la acción sindical sea más efectiva. Son simples marionetas que hacen como que defienden tus derechos.
- El trabajo en general es precario. Se ofrecen bajos sueldos, altas jornadas, en ocasiones abuso de horas extras y la economía sumergida de empresarios y trabajadores, defraudando así a Hacienda y volviendo el mercado laboral más precario. Es interesante el término "mercado laboral" pues en general los trabajadores son tratados como mercancías que se venden a un sistema para obtener una retribucion.

Supongamos que Pepe trabaja las 40 horas semanales que establece la Ley como Jornada completa.

Si tenemos a un millón de trabajadores como él, resulta que tenemos 40 millones de horas de trabajo por semana.

Si la nación demanda un trabajo global de 30 millones de horas... ¿qué pasará? Pues que sobran 10 millones de horas de trabajo a la semana.

La solución sugerida, implantada y reforzada desde el sistema, ha sido, es, y probablemente será, eliminar el excedente de trabajadores, despojarlos de su derecho al trabajo. Cada uno con su responsabilidad: los políticos por legislarlo, los empresarios por ejecutarlo y los sindicatos por permitirlo.

En el ejemplo anterior, de la población de un millón habría un 25 % de paro (750.000 personas trabajan mientras 250.000 no tienen posibilidad de sustento).

Derrepente a un político o empresario (o sindicalista?) se le ocurre la genial idea de "las horas extras", y lo pongo en plural porque suelen ser muchas más de las que deberían.

Resulta que sale más rentable para la empresa tener contratadas a menos personas que echan más horas. Así que cada trabajador echa una media de 42 horas semanales. El resultado es que el paro aumenta hasta el 29%. El gobierno tiene un sueldo vitalicio y empresas, y los empresarios se ahorran gastos en seguridad social por lo que se enriquecen más rápido. El trabajador trabaja un poco más aunque gana un poco más. Hay más parados. Como es una situación endémica, el gobierno decide dar prestaciones por desempleo, es decir, dale dinero por no poder trabajar. Para sufragar estos gastos, el gobierno decide subir los impuestos. Claro que ellos y los empresarios tienen una fortuna por lo que pagar más impuestos no es algo muy preocupante para un pudiente. Las clases medias y obreras son los que más sufren esta subida de umpuestos.

La solución que yo propongo es repartir la carga de trabajo entre los trabajadores.  Las medidas que yo emplearía son:

1- suprimiría las horas extras con caracter general, salvo en muy contados sectores como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Sanidad y Justicia. En estos casos no puede haber un uso reiterado de las horas extra ya que esto indica que se necesitan más trabajadores.
En cualquier otro sector estarían prohibidas las horas extra, haciendo una supervisión ferrea a las empresas para obligar su cumplimiento.

2- Reducción de jornada hasta aproximarse al 2 o 3% del paro. Es una tasa que permite a los emprendedores obtener trabajadores y a los trabajadores tener cierta mobilidad laboral. Pagar prestaciones por desempleo a ese 2 o 3 % es minúsculo si se compara con el 23.3% acutal

3- La contribución a la seguridad social por parte de las empresas y trabajadores será porcentual a las horas de trabajo, al igual que su salario. Si trabajas 20 horas a la semana, el trabajador cobrará como 20 horas y él y su empresa cotizarán como 20 horas.

4- Se creará un sistema más diversificado de IVA en el que habrá más grados intermedios, dejando el máximo IVA a los productos que verdaderamente son un lujo, como el caviar, un coche de más de 30.000 €, un anillo de más de 1000€,... y no como las compresas o los condones.

5- Una vez que se vaya eliminando el paro, esos trabajadores prescinden de sus prestaciones, lo que convierte un gasto social en un ingreso económico a las arcas públicas. Esto se traduce en una reducción de impuestos, especialmente a las clases con menos recursos. Esto genera bienestar y aumenta el poder adquisitivo de la población, además de darle más tiempo libre, que repercutirá positivamente en su rendimiento laboral. Además tendrá más tiempo y energía para dedicarse a cultivar su vida política como parte de la sociedad.