"Hay algo de inconmensurable en la obra
de Bach que su Matthäus-Passion subsume. Uno tiene la impresión, cuanto
más se le acerca, de hallarse ante un fenómeno de la Naturaleza de
magnitud turbadora –alta cima, astro refulgente, demiurgo, waka andina…–
tanto su obra es inmensa y compleja. Más aún, la voluntad que subyace
en su obra es la del genio creador que se impone el deber de ofrecer a
la humanidad un compendio musical absoluto. Así lo percibe Eugenio Trías
cuando en “El canto de la sirenas” escribe: «Johann Sebastian Bach es,
sin duda, el más grande de todos los músicos, y el más difícil de
abordar. Compone un continente entero lleno de complejidad. Nadie que se
acerque a él sale indemne del envite. Plantea graves y difíciles
problemas de recepción. Hay incluso voces que han suscitado dudas sobre
nuestra capacidad de comprender lo que este músico quiso proponernos.
Como si entre Johann Sebastian Bach y nosotros se abriera un hiato
insalvable de flagrante historicidad que ocasionara la ruina de toda
pretensión hermenéutica» (2014: 85)."
Pedro A. Cantero, Profesor Asociado de la Universidad Pablo Olavide (Sevilla)
Pedro A. Cantero, Profesor Asociado de la Universidad Pablo Olavide (Sevilla)
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