Todo es cierto, salvo alguna cosa. Parafraseando al juez Pedraz, "que
Hacienda no somos todos era algo que uno ya se temía, pero que te lo
digan en la cara me parece una falta de respeto hacia quienes
ingenuamente hemos pagado nuestros impuestos creyendo en ese principio".
Y no es para menos. Que lo diga el abogado de la infanta o el frutero de la esquina tiene un pase, pero que lo digan personas que representan al Estado es una vuelta de tuerca más hacia la decadencia democrática, que ya era deficitaria en el pasado.
Y no es para menos. Que lo diga el abogado de la infanta o el frutero de la esquina tiene un pase, pero que lo digan personas que representan al Estado es una vuelta de tuerca más hacia la decadencia democrática, que ya era deficitaria en el pasado.
Imputar a la monarquía en un proceso judicial ha desvelado con qué
materia está hecha la democracia española: Fiscal y Abogacía del Estado
unidos para defender a una institución más propia del medievo que de una
democracia moderna. Ambas instituciones públicas defendiendo a la que
presuntamente robó a todos los españoles cuya única defensa es que ella
no sabía nada y que lo hacía todo por amor, y la intentan sacar del
juicio acogiéndose a la Doctrina Botín, que no es más que uno de esos
inusitados casos de la Justicia española en el que el archiconocido
pirata Botín se escaqueó de sus responsabilidades con la Justicia y con
Hacienda por ser rico (multimillonario si hablamos con propiedad) y por
untar a unos cuantos para exonerarle, creando así jurisprudencia.
Ahora bien, si la infanta resultara libre finalmente de sus responsabilidades legales, aún figurando su firma como cotitular de la empresa defraudadora, aún cobrando por ello, aún defraudando a Hacienda y todo lo demás... esto también podría crear jurisprudencia y se crearía la "Doctrina de Borbón y Grecia". De este modo, cualquier persona que firme documentos, que cobre por una actividad ilegal y no declare a Hacienda lo que corresponda, puede invocar la "Doctrina de Borbón y Grecia" y recordarle con ello a la Fiscalía del Estado, a Hacienda y a la Justicia que retire todos los cargos porque todos los delitos se hicieron bajo el amparo del amor más ciego y la ignorancia más flagrante.
Ahora bien, si la infanta resultara libre finalmente de sus responsabilidades legales, aún figurando su firma como cotitular de la empresa defraudadora, aún cobrando por ello, aún defraudando a Hacienda y todo lo demás... esto también podría crear jurisprudencia y se crearía la "Doctrina de Borbón y Grecia". De este modo, cualquier persona que firme documentos, que cobre por una actividad ilegal y no declare a Hacienda lo que corresponda, puede invocar la "Doctrina de Borbón y Grecia" y recordarle con ello a la Fiscalía del Estado, a Hacienda y a la Justicia que retire todos los cargos porque todos los delitos se hicieron bajo el amparo del amor más ciego y la ignorancia más flagrante.
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